Copenhague

La semana pasada he estado en Copenhague. Como páginas y guías de viajes las hay a montones, no voy a contar todo lo que he visto por allí, sino que me voy a limitar a una serie de puntos.

Lo primero, ya que es una de las cosas más míticas de allí, es que he visto la famosa Sirenita y es una mierda puesta en un sitio de mierda. Eso sí, como no son tan cerdos como en España, por lo menos no está cubierta de mierda. That’s all.

En cuanto a la comida, quizá algo mejor que cuando estuve en Finlandia, pero por supuesto nada comparable a la comida de aquí. No están obsesionados con echarle semillas a todo, como los finlandeses, pero sí he observado cierta tendencia a echar siropes de colores a todos los platos. Y cuando digo todos me refiero a que, aparte de los postres, se lo echan al pescado, ensaladas (que por supueto no he probado), etc. Cosas veredes. En cuanto al pan, riquísimo, como el de Finlandia. Con pseudosemillas, claro. Uno de los días he cenado en un restaurante australiano que era una pasada, pero por motivos obvios no cuenta para el nivel de la comida nórdica.

Algunas chorradillas destacables:

– Un cine de colores (aquí más de cerca):

Cine

– Un Don Juan oriental:

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– Un elefante nazi (ya nos explicaron que el símbolo lo tienen por allí de antes de los nazis):

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– Algún que otro ‘fiasco’:

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Ah, y mi baño era… ¡ska!